Nueva temporada de caza llena de ilusiones con nuestros setter y drahthaar.
Casi hemos pasado un mes de caza cerro arriba, cerro abajo, sobre todo persiguiendo a las patirrojas, que nos hacen sudar de lo lindo.
Los perros nos están dando grandes satisfacciones.
La barbuda Cala, con un año y medio, comienza a coger el punto a las perdices y nos demuestra mucha nariz y sobre todo cerebro. Piensa ya como una veterana.
Por su parte Hiiumaa ya está como loca con las perdices. Nos falta domarla un poco, pues a veces la puede su pasión.
Adraa y Brisa cazando a un nivel superior, lances brutales para siempre en nuestra retina.
Mucho calor estos días
Buscando becadas, buscando fantasmas, pues todavía no han llegado.
Brisa con su perdiz
Así quedó la paloma después del disparo.
Empotrada literalmente en la encina, pues venía altísima.
Hiiumaa y Brisa con sus tesoros
Cala y Adraa, orgullosas con sus patirrojas.
Trabajando el cobro con Cala. Simplemente perfecto.
También le dan a los conejillos
La pareja, en muestra sobre perdiz.
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