Otra temporada ha echado el cierre.
Se abre un nuevo período para nosotros y nuestros perros. Tiempo de trabajar distintos aspectos del adiestramiento, pulir a los jóvenes la muestra, el patrón, los cobros...
También tenemos previsión de una camada con nuestra setter Brisa,
competiremos en San Huberto, participaremos en las pruebas de campo del club del drahthaar, etc.
Un nuevo año lleno de ilusiones y retos, que nos obligan a seguir trabajando y por supuesto disfrutando con nuestros perros.
Echamos la vista atrás y vemos que la temporada ha sido fantástica.
Hemos tenido la suerte de disfrutar de salud, tanto yo, como los perros. Los días cazados entre perdiz, liebre, conejo, patos y becada han llegado a 38. Las cuatro perras con las que contamos en la actualidad, han disfrutado de muchas ocasiones para poner caza.
Las jóvenes (Hiiumaa y Cala) han madurado de lo lindo y creemos que van por muy buen camino. Las veteranas (Adraa y Brisa) en su línea, superrrr.
La siguiente foto es del último día de caza. Una buena paliza tras las perdices, lances inolvidables. Cala, con 1 año y 9 meses las logró bloquear en unas barranqueras después de darlas 6 vuelos. Adraa, a patrón, respetando la muestra de la joven drahthaar.
Último día tras las perdices. Las barbudas nunca fallan. |
Por la mañana perdices y por la tarde a sordas con Hiiumaa. Comenzó la temporada como una joven inexperta y ha acabado como una prometedora becadera.
Hiiumaa con becada.
Brisa se ha portado como una campeona y en días en los que no había becadas en el monte, se las ha inventado. Un verdadero lujo cazar con ella.
Reina y Dama
Un momento también para la más veterana. La que más sabe. La que siempre saca caza. La que nunca deja una pieza en el campo.
Gracias Adraa, por todos los momentos que nos haces vivir en el campo.
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